La situación en Italia con respecto al fútbol es una verdadera lástima, una injusticia para la gran mayoría de sus aficionados que sienten a este deporte en la sangre, que expresan una pasión que pocos pueblos poseen.
Lamentablemente los violentos, los delincuentes, los que nada tienen que ver con el verdadero sentimiento parecen tener el poder sobre el destino del fútbol aunque sean la minoría. El ejemplo de Inglaterra se ve que no sirvió de nada ya que el fútbol italiano va en el mismo camino de perdición.
A causa de los hechos recientes varios jugadores se manifestarón, es que parecería que a las autoridades de ese país no les interesa su opinión, su punto de vista. Fabio Cannavaro, viéndolo todo desde fuera se siente feliz de estar ejerciendo su profesión en España, y aseguró que mientras no se combata el tema de fondo, ninguna medida sevirá de nada.
El brasileño Kaká también se expresó y amenazó con irse a jugar a otro país si esta locura no se termina. En Italia el concepto de ir con la familia al estadio a ver a su equipo cada vez está más enterrado, si uno compara los escenarios de ese país con los de Inglaterra, España o Alemania fácilmente se aprecia que en los tres últimos las tribunas están repletas, mientras que en Italia solo en alguana ocasión especial.
Esperemos que se encuentre alguna solución a este problema, que los violentos no sigan decidiendo el destino del fútbol, que el Calcio tenga el lugar que merece dentro de la sociedad italiana.
