Desde hace un tiempo a esta parte no es noticia anunciar que Racing de Avellaneda esta en crisis. La “academia” no levanta cabeza, ni siquiera en el plano deportivo, por lo que su gente, que se caracteriza por acompañar al equipo de forma incondicional en las buenas y en las malas, comienza a perder la paciencia.
Racing es un buen ejemplo de los mamarrachos que pueden provocar los famosos gerenciamientos de clubes de fútbol. Si bien desde que Blanca y Celeste asumió el control del club los de Avellaneda obtuvieron un título local después de 34 años, fue tan sólo una pantalla para venderle al resto de los clubes este “verso” del gerenciamiento.
En los últimos tres años, dicha empresa ha hecho lo que quiso con el club, a tal punto que hoy, en lo deportivo, Racing se encuentra peleando por mantener la categoría en vez de pelear por el título, ya que se tata de uno de los clubes mas grandes y con más historia del fútbol argentino y mundial.
En fin, parece que lo único que va quedando de Racing es su historia y su gente, que lo sigue acompañando y son, tal vez, los únicos que denuncian esta situación, ya que la mayoría de los medios de prensa argentinos hacen oídos sordos a la situación y limitan a “analizar” solamente el aspecto deportivo, lo que pasó en la cancha.
